¿Cuál es la mejor fecha para casarse?
Como hemos defendido en este blog, todas las estaciones tienen su encanto. El mismo Vivaldi lo sabía bien. No obstante, es cierto que casarse con buen tiempo no solo genera mejores fotos, sino que facilita las cosas a los invitados y, por tanto, a los novios, a la postre responsables de la organización del evento. Buscar una fecha es una de las principales tareas cuando se planea una boda.
Elegir la fecha de la boda no debe verse afectado por signos zodiacales, mercurio retrógrado ni espiritualidades de ese estilo. La clave para escoger fechas perfectas es: la disponibilidad.
Para empezar, movilizar a todas las personas que acudirán a la boda resulta mucho más práctico en los meses de finales de primavera y en la plenitud del verano, ya que la flexibilidad laboral es mucho mayor. Podrán destinar días de sus vacaciones para disfrutar de ese “fin de semana largo” que incluya la boda, evitando así dilemas y trastornos varios.
Porque nada más frustrante para los invitados, y decepcionante para los novios, que la cancelación de una invitación por problemas de fecha de boda. Las bicicletas son para el verano y las bodas, a poder ser, también. Así que, si tienes dudas de cuál es la mejor fecha para casarse en 2023, ten en consideración los meses de junio, julio y agosto.
Como en todos los tipos de eventos, hay temporada alta y temporada baja, y es que casarse en verano tiene muchas ventajas.
Ventajas de casarse en verano
Entre los beneficios de organizar tu boda en verano, se encuentra uno no menor que tiene que ver con la luna de miel. Casarse con el calorcito te permite pensar en un viaje de relax en el entorno cercano, ya que si buscas una playa en pleno enero no te quedará más remedio que viajar al hemisferio austral… O a Canarias, que siempre es una opción.
Pero el final de la primavera, el verano en su apogeo, tienen algo de vitalista, de dionisíaco, de sensual incluso, que harán de tu boda un evento memorable. Ahí está el solsticio de verano, el 21 de junio, que parece alterar la sangre, el espíritu, con esa sensación exultante de que todo es posible y de que la vida corre de nuestro lado, si eliges casarte según la astrología.
Las bodas en verano son cómplices de la liviandad, de los atuendos frescos y ligeros, de la joie de vivre. Una oportunidad ideal para que los solteros dejen de serlo y los ya casados se reafirmen en la decisión tomada. Con el buen tiempo, el dress code es más informal, tanto para ellos como para ellas, permitiendo trajes de lino, gamas cromáticas suaves, beiges y, cómo no, tocados de todo tipo con los que añadir el toque de coquetería necesario.
Ellas pueden lucir vestidos más abiertos, plisados, escotes que desafían el decoro, tacones de aguja para poner a prueba el equilibrio y, en general, lucir de un modo más favorecedor que con los rigores del invierno. Como un elegante vestido halter que ensalza toda tu figura, de la cabeza a los pies.
Si tenías dudas sobre cuál es la mejor fecha para casarse en el 2023, quizá se te estén disipando.
Un entorno mágico que ensalza a los novios
Además de las ventajas antes comentadas, las bodas en el periodo estival también juegan a favor de los novios por razones evidentes pero que conviene destacar. La posibilidad de que las lluvias arruinen el banquete al aire libre son más pequeñas en verano, por no hablar de que las horas de luz son muchísimo más generosas en esas fechas, lo que permite atardeceres de película y un ambiente mágico que sólo se logra en verano.
¿Y el calor? Si bien aprieta más que nunca, las horas finales del día dan una tregua y los nebulizadores, así como el aire acondicionado, se encargan de neutralizarlo. Como también una flora estratégicamente plantada que aporta un frescor que modera las altas temperaturas.
En este punto, las ceremonias de tarde, con el consiguiente banquete al anochecer, serían las más indicadas en este periodo del año. Sobre todo si el lugar elegido, está a la altura. ¿Has pensado en Villa Laurena? No te pierdas la opción de bodas Last Minute para 2023. Porque los miles de metros cuadrados que componen sus distintas fincas, cada una con su particular diseño, en un equilibrio entre arquitectura y vegetación pensando para crear el clima perfecto.
¿Os casáis? Ya tienes el cuándo y el dónde lo tienes en la punta de los dedos… ¡Felices bodas!