Checklist para organizar las mesas invitados en tu boda
¿Cómo repartimos los amigos?, se preguntaban Ella baila sola en una canción. En este caso, se referían a las consecuencias de una separación. Una boda es todo lo contrario. Un enlace que atañe a los novios, pero también a los invitados. Además, no hay que olvidar el dicho de “De una boda sale otra boda…”, por lo que la organización de las mesas del banquete de bodas es fundamental.
Colocar a los distintos invitados en las mesas es un arte que requiere cierta técnica. Ten en cuenta que hay que lidiar con familiares, testigos, amigos cercanos, amigos no tan cercanos, compañeros del colegio, compañeros del trabajo, personas mayores, niños, solteros, casados, personas de otros países, invitados con discapacidad y atenciones especiales y muchos más perfiles.
Por eso, para que no te pille el toro y tu boda salga a las mil maravillas, puedes realizar una checklist dentro de la gran checklist. Es decir, una lista de tareas específica para las mesas de invitados. Eso, claro, siempre que hayas optado por una boda ‘sentada’, ya que también hay quien prefiere un cóctel en el que todo el mundo se mezcla.
En Villa Laureana nos adaptamos a tus deseos: queremos que tu boda sea la mejor. Con el presupuesto que manejes y la idea de ceremonia que más se ajuste a tus sueños.
¿Cómo organizar a los invitados de mi boda?
Es una pregunta que habrá llegado a quitarte el sueño en más de una ocasión. Lo primero que tienes que tener en cuenta es que en las mesas de boda se conserva una cierta jerarquía. Es decir, está la mesa nupcial por un lado y las mesas del resto de invitados por otro. Ambas cuentan con una decoración distinta, con sus diferentes centros de mesa y un toque más recargado y floral en la nupcial, pues los verdaderos protagonistas de ese día son los que se casan.
¿Cuántas personas entran en la mesa nupcial? Es algo a tener en cuenta. ¿Padres sí y abuelos no? ¿Padrinos? ¿Testigos? ¿Y las damas de honor? No hay protocolo rígido al respecto, aunque la tradición manda que sí se sienten el padrino (padre de la novia) y la madrina (normalmente la madre del novio), flanqueando a los recién casados.
También hay quien opta por una fórmula más minimalista en la que la pareja brilla de forma propia. La de sentarse solos. Puede resultar algo chocante y podría recordar a ciertas estampas medievales, pero no deja de ser también una opción hermosa que subraya ante todo la importancia de la nueva vida en común que se inicia ese día de celebración.
La importancia de una buena mesa
El banquete, y no tanto el largo baile posterior, es el plato fuerte de una boda. Si quieres que tu boda sea recordada, la armonía y el buen rollo durante la comida o cena son fundamentales. Para ello, la decisión de cómo sentar a tus invitados es un detalle no menor.
Ten en cuenta distintos criterios a la hora de agrupar a tus invitados. Para empezar, ten en cuenta a cuántas personas quieres sentar en la mesa. Un grupo de cinco quizá sea demasiado reducido, pero más de diez puede parecer más un equipo de fútbol que una reunión de invitados.
No tengas miedo a probar con mezclas novedosas, ni a ser original en tu boda. Porque lo fácil es juntar a los grupos que se conocen de toda la vida, lo que impide que surjan nuevas amistades. Puedes salir un poco de la zona de confort social de tus amigos. Eso hará que afloren sus dotes sociales y que todo el mundo aporte su granito de arena al buen clima.
Por eso, es buena idea juntar a dos parejas que se conocen con otras dos que no. O añadir, por ejemplo, dos o tres solteros en una mesa con parejas ya establecidas para ver si surge la magia. También se pueden crear mesas de boda por afinidades de intereses o profesiones. La mesa de las ‘telecos’, la mesa de los literatos, la mesa de los gastrónomos, la mesa de las abogadas…
Familiares y amigos pueden estar igualmente mezclados. De hecho, una boda es la ocasión perfecta para que tu amigo de la infancia conozca a tu tío americano que vive en una caravana y del que tanto le has hablado. Busca combinaciones con un pequeño toque de riesgo y acertarás. Familiares, testigos y amigos cercanos lo agradecerán.
Por lo demás, déjate guiar por tu intuición y acertarás, igual que hiciste también al elegir a esa persona tan especial que te acompañará en el día más feliz de tu día. ¡Vivan los novios! ¡Y sus invitados!