Los aniversarios de bodas se relacionan con distintos materiales. Es la forma de materializar algo tan intangible como el amor; el modo de hacerlo físico, presente, de bajarlo a la tierra. De ahí que cada aniversario nos ofrezca distintas caras del amor, pues este es poliédrico, cambiante, una fuerza en movimiento. Hoy te hablamos te las bodas de seda.
Ahí estás las bodas de cuarzo, para celebrar la mayoría de edad de la pareja, o las bodas de arcilla, que nos sugieren modelar la relación según nuestros deseos, según los ideales que consideremos que debe tener nuestro matrimonio.
¿Y qué simbolizan las bodas de seda?
Antes que nada, conviene recordar que el aniversario de seda se celebra a los 12 años de casados. Cuando se ha vivido lo equivalente a un año, solo que en lugar de meses tuviera años. Es decir, un año al cuadrado. O un año con 12 años. Es una manera original de verlo.
Se llaman bodas de seda, pero también podrían llamarse bodas de whisky, pues es tras un periodo de 12 años en barrica que se considera que estas bebida de origen escocés se encuentre en un estado de maduración óptimo para su consumo. Llegados a este punto, regalar un buen whisky 12 años, de esas marcas tan fardonas que todos conocéis, es una idea muy acertada para las bodas de seda.
Sobre todo para él, amante de los licores de calidad. Y para ella, aquí entraría en juego el poder de la seda. Aunque también, como veremos más abajo, los hombres también visten de seda (y hombres se quedan).
Por tanto, el simbolismo de las bodas de seda vendría por esa maduración que convierte la esencia más pura en un elixir. El tiempo como algo que mejora las cosas, al contrario que otros efectos del tiempo (como pudrir las frutas).
Las bodas de seda ¿tienen significado? Claro que si. El aniversario de bodas de seda se entiende como un paso del tiempo a favor, como un tiempo que nos acaricia en lugar de marchitarse, como un avance de la vida que nos hace más expertos, y no por ello más ásperos, sin más suaves y pulidos. Como una erosión positiva que genera metales preciosos, no a golpes, sino con caricias. Nada más y nada menos. Tal es el poder de la seda.
Los mejores regalos para las bodas de seda
Asumiendo que, además de la sugerencia del whisky añejo, la seda reclama su protagonismo, ahora cabe preguntarse cómo regalar esa tela tan apreciada. Solemos pensar que los hombres no pueden llevar prendas de seda, pero se trata de un error. O de una tendencia que ha cambiado, ya que son cada vez más las tiendas online que ofrecen productos de seda para hombres. Pantalones cortos, calzoncillos, pañuelos, bufandas, pijamas y, por supuesto, corbatas, un clásico en la moda masculina tan antiguo como la propia corbata.
Para ellas, el abanico de productos de seda es más amplio si cabe. Porque el mercado de la seda está sofisticándose, tanto para prendas de vestir como en objetos de decoración; ahí está la seda laminada en cristal, que ofrece texturas insólitas para lámparas, cabeceros de cama, manteles y que se puede combinar con otros materiales, como el curso, el metal, la madera…
Claro que donde más brilla, luce y seduce la seda es en la ropa interior. En camisones, picardías y demás lencería que se convierte en producto de lujo si lo toca la seda. No confundir con satén: las bodas de seda se celebran con seda natural. Amén.
Aunque quizá el para las bodas de seda, los regalos sean lo de menos, y prefieras vivir una experiencia única. Puedes hacerlo en Villa Laureana, donde te invitamos también a compartir con tus seres queridos una comida o cena a la altura de vuestros 12 años de casados. Será un evento que transcurrirá como la seda, os lo garantizamos ; ).