En el amor, tres son multitud. Pero en una boda, nunca son suficientes los invitados para arroparos en el día más esperado de vuestras vida. Si Roberto Carlos quería tener un millón de amigos, es natural querer también contar con un millón de invitados en vuestra boda.
Por desgracia, esto no es posible y en algún momento habrá que poner un límite, aunque sea doloroso no invitar a aquella entrañable mujer que te cuidaba de pequeña y con la que jugaste tantas tardes de la infancia. Es parte del reto, con sus dificultades, de celebrar una boda, y más aún si la boda es multitudinaria.
Pero no cedáis a las dificultades. Merecerá la pena. En este artículo, van algunas recomendaciones para que logréis vuestra boda perfecta y bien acompañada.
Reúnete de los mejores profesionales
Una boda con más de cien invitados es ya un evento de carácter casi empresarial. En las bodas multitudinarias hablamos de mucha gente que depende de nosotros y un acontecimiento de tales dimensiones no se gestiona con un grupo de WhatsApp de los que inhabilitan las respuestas (muy útil, en cualquier caso, para enviar las últimas indicaciones y evitar que ese foro se convierta en una jaula de grillos que eclipsa la información práctica).
Hay que recordar que, en principio, uno se casa solo una vez; es decir, una boda no es como una competición de fútbol en la que en el próximo partido se puede jugar mejor y corregir errores. Una boda es una final de Champions sin fases previas. Y hay que ganar. Y para ganar basta con que todo salga bien, algo sencillo pero complejo a la vez, sobre todo si no se hace con la ayuda de los profesionales correspondientes.
Para empezar la casa por la base, una opción más que recomendable es contar con un wedding planner. Los puedes encontrar en internet, pero es mejor que te guíes por recomendaciones para no tener sustos de última hora con los presupuestos u otras sorpresas desagradables.
Entre los profesionales de los que no puedes prescindir, se encuentran:
- Cátering. Si la boda es en una carpa, necesitáis sí o sí un buen servicio de hostelería a demanda que no solo ofrezca una gastronomía de altura, sino también el mejor servicio. En Villa Laureana ofrecemos un equipo de profesionales de la gastronomía, liderados por Rafa Parro, que os garantiza un menú de bodas de altura y sin mayores complicaciones más que elegir el menú. Las mejores materias primas del mercado directas a tu paladar, con un toque sofisticado y muy vistoso, para que primero entre por los ojos.
- Decoración floral. Es el toque distintivo y que aporta el estilo que vosotros queráis, al margen del lugar en que se celebre.
- Músicos. Una buena banda de música que amenice el banquete contribuye a crear esa atmósfera de ensueño que buscamos.
- Transportes. Hablamos de movilizar a una gran cantidad de gente, por lo que es importante contar con una empresa de transportes de invitados de boda que cuente con los mejores avales. No conviene aquí escatimar en el presupuesto y ofrecer las máximas opciones de movilidad para la vuelta, ya que nadie quiere quedar ‘preso’ en un convite, ni recordar la película de Buñuel de ‘El ángel exterminador’.
Más consejos para celebrar tu gran boda
Tómate tu tiempo. Porque una boda que supera los 200 invitados, y por tanto se considera ya multitudinaria, conviene hacerla despacio y con buena letra. Para una boda que se mueva entre los 100 y los 150 invitados, en cambio, se puede actuar sin tanta anticipación. Tanto es así que en Villa Laureana hemos puesto en marcha las bodas Last Minute, con los sábados disponibles hasta el 31 de agosto de 2023. ¡Aún estás a tiempo!
Pero para bodas de gran formato, haz del tiempo tu aliado, y recuerda que necesitarás al menos un año de antelación si quieres que tu gran boda española sea un éxito.
Y, además del tiempo, es fundamental elegir un lugar que tenga todo lo necesario para una boda de grandes dimensiones. El espacio físico, a poder ser con grandes jardines que generen una atmósfera especial y mágica, pero también los servicios aparejados: técnicos de iluminación y sonido, expertos en decoración floral, los mejores servicios de hostelería… Y todo ello, claro, en un enclave cercano a una ciudad que no conlleve más de media hora, como mucho, en transporte públicos (autobuses contratados para la ocasión).
Una buena elección de la finca para bodas es la decisión determinante para que la celebración de tu vida tenga el color, la calidez y la magia que buscas. Apuesta a lo seguro y confía en aquellos que saben hacer bodas. ¿Quieres casarte con nosotros? En Villa Laureana sabemos hacer bodas.