La figura de un maestro o maestra de ceremonias se está consolidando como una pieza clave en la celebración de una boda.
O puede que te hayan elegido a ti para hacer esa labor tan importante y quieras despejar algunas dudas.
Si en el artículo anterior de nuestro blog, hablamos de el artículo anterior del blog de Villa Laureana, hablamos de los padrinos y testigos en una boda ahora vamos a centrarnos en la figura y las funciones de un maestro de ceremonias.
Saber elegir el mejor maestro o maestra de ceremonias no es sencillo
Una de las decisiones más importantes de nuestra vida es elegir a nuestra pareja y celebrar esta unión junto a nuestras personas queridas es un acto que todos queremos guardar en la memoria.
Por eso es esencial no cometer errores.
El maestro o la maestra, también llamado oficiante, debe vestir y comportarse de manera impecable, pero, por encima de todo, debe adecuarse al deseo de los novios.
¿Qué es y qué no es un oficiante de ceremonias?
Es más fácil empezar por lo que “no es” un maestro de ceremonias.
No es un sacerdote y no tiene potestad para administrar ningún sacramento religioso.
Quiere decir que, si vas a casarte por la iglesia tu oficiante será un sacerdote que bendiga en vuestra unión porque un maestro de ceremonias no está capacitado legalmente para casar.
Eso implica que tu enlace no será válido a efectos legales hasta que no cumplas con los requisitos que la ley de matrimonio exige en cada país.
Hasta la fecha, las personas que legalmente tienen capacidad para celebrar bodas son:
- los sacerdotes,
- los alcaldes de la localidad donde se celebra el matrimonio,
- los concejales designados por un alcalde,
- los comandantes de barco y aviones,
- los jueces
- los notarios.
¿Te han pedido que seas el oficiante de una boda?
En Villa Laureana somos testigos de muchos tipos de ceremonias y todas tienen su encanto.
En nuestra capilla hemos compartido lágrimas, miradas cómplices, aplausos, risas y muchos abrazos.
Los maestros de ceremonias que eligen los novios para ese momento tan especial no se eligen a azar.
Por descontado deben ser personas educadas, respetuosas, empáticas y con muchísimo carisma.
Si te han elegido para oficiar una boda, puedes sentir mucho orgullo.
Pero, para que no te abrume la responsabilidad, vamos a darte algunos consejos.
Los 10 consejos que un maestro o maestra de ceremonias no debería olvidar
Hemos reunido al comité de expertos de Villa Laureana para darte las pautas y consejos que sabemos que funcionan y así celebrar la boda que imaginas.
- Conoce muy bien a los contrayentes
A menudo el oficiante lo elige uno de los miembros de la pareja y falta la mitad de la información.
No tengas reparos en reunirte con ambos juntos o por separado e ir anotando esos pequeños detalles y deseos que pueden ser importantes.
- Plantea diferentes tipos de ceremonias
Es esencial adecuar el tono de la ceremonia en base a la personalidad de los novios. Si la pareja es conservadora no encajarán un tono desenfadado o un exceso de cordialidad.
- Cuidado con el foco
Tienes que renunciar al protagonismo.
Por mucho que presidas y dirijas la ceremonia, los actores principales son los novios y tú debes permanecer en un plano discreto.
- El equilibrio es un arte
Mantener el equilibrio en la ceremonia te corresponde a ti.
No podrás dar más valor a uno de los novios porque eso provocará roces entre familias.
Reparte de manera equitativa las lecturas, los momentos especiales, los posibles regalos, etc.
- Vocaliza y habla despacio
Tenemos la mala costumbre de acelerarnos cuando estamos nerviosos y eso hace que no se nos entienda al hablar.
Respira lentamente hasta que te relajes.
- El ritmo
Teniendo o no experiencia en la celebración de ceremonias sabrás que el ritmo es básico.
Tienes que captar la atención y saber mantenerla hasta el final.
- El guion
El guion en cualquier evento es básico.
Es una escaleta que te sirve de guía para que no te equivoques y pierdas el hilo.
La redacción de este guion tiene que ser creativa y marcada por lecturas sugerentes.
Encuentra inspiración en estos 7 Poemas para leer en tu boda
- Los giros inesperados
Como en cualquier espectáculo, siempre hay momentos para salirse del guion y la espontaneidad aporta frescura.
Pero, no olvides el punto 3, ¡no seas protagonista!
- La banda sonora
Es inimaginable que una boda no tenga su propia banda sonora.
A veces se comete el error de no controlar esos minutos musicales y las bodas se alargan demasiado.
No olvides integrar cada canción dentro de la escaleta.
- Risas y lágrimas en su justa medida
La experiencia de los maestros de ceremonias profesionales los lleva a saber equilibrar la emoción en su justa medida.
Es difícil de medir, pero se adquiere con los años y celebrar una boda perfecta es todo un arte.
Tu rincón entre los árboles para decir “Sí, quiero”
Si ya has elegido la persona que va a oficiar tu ceremonia ¡Enhorabuena!
Solo te falta elegir el lugar perfecto para celebrar tu boda en plena naturaleza y a pocos kilómetros de Madrid.
Cuando conozcas la capilla al aire libre de Villa Laureana te enamorarás, porque no existe un rincón más romántico para dar tu “Sí, quiero” y empezar una nueva vida.