Al buscar dónde celebrar una boda, podemos encontrar diferentes tipos de construcciones que pueden cumplir nuestras expectativas, desde cortijos hasta restaurantes con jardín. Pero si buscas un espacio al aire libre para celebrar tu gran día, con amplios jardines y un edificio que destaque, escoge una finca para bodas. A continuación te contamos los motivos de por qué escoger una finca para bodas en Madrid.
Ventajas de una finca para bodas en Madrid
Jardines al aire libre
Una gran ventaja de celebrar un enlace en una finca para bodas es la cantidad de espacio al aire libre. Los jardines nos dan la posibilidad de utilizar el espacio para momentos como el cóctel, o para que los niños jueguen fuera. En las bodas de verano y de primavera, permite aprovechar el buen clima y disfrutar de un bonito atardecer.
Versatilidad
Una finca de bodas es un sitio versátil en el que se puede celebrar una boda campestre, rústica, o en el interior. También puedes combinar sus espacios y celebrar los distintos momentos en cada uno. De esta forma, será más fácil y dinámica la organización y tus invitados disfrutarán de distintos ambientes.
El cóctel puede servirse en uno de los jardines, mientras que el banquete se celebra en el interior o en otro de los espacios exteriores donde ya estarán montadas las mesas. La fiesta y el baile, dependiendo del clima, puede celebrarse en otro salón adaptado para ello o en un jardín exterior si el buen tiempo lo permite.
Las fincas de bodas pueden incluir su propia capilla para la celebración de bodas religiosas, o un salón para oficial bodas civiles. Este es el caso de Villa Laureana, que cuenta con distintos espacios para que disfrutes de la experiencia completa del día de tu boda en un mismo lugar.
Otros elementos que puedes añadir a la finca de bodas y que otros espacios no permitirían, son los photocalls y los córners. Debido a la versatilidad del espacio y de los distintos espacios que conforman la finca.
Privacidad
Si de algo pueden presumir las fincas para bodas es de poder celebrar varias bodas el mismo día sin que los protagonistas de ambas se crucen en ningún momento. La variedad y cantidad de espacios permite que cada boda tenga su espacio íntimo y privado.
Hay otros lugares con distintos salones de bodas en los que sí te podrías cruzar con otra boda que se está celebrando de forma simultánea, pero esto no te ocurrirá en Villa Laureana.
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Finca para bodas con cocina propia
Todos queremos que el menú de bodas se sirva de manera profesional, con los platos recién hechos y los postres recién horneados. Para ello, es imprescindible que la finca de bodas cuente con equipo de cocina propio. De esta manera no tendrás que coordinar servicios con catering externo.
Decoración e iluminación para la finca de bodas
La iluminación en las fincas de bodas suele consistir en farolas de exterior que iluminan los jardines de noche. Por el día, pueden encenderse para conseguir crear un ambiente único, o como elementos decorativos. En el interior, las lámparas y las velas consiguen el efecto cálido y romántico que buscamos para un día especial.
El resto de elementos decorativos dependerán de la estación del año, del clima, y de la temática de la boda que desee cada pareja. Para bodas de invierno, predominan los tonos beis, blancos, neutros por un lado, y rojos y granates por otro para darle un toque romántico. Los tejidos de terciopelo y otros que simulen calidez serán tus mejores aliados. Para verano optamos por tejidos ligeros y tonos claros pero con más color, acompañando al buen clima.